Por: Esteban Salazar García
Ayer 28 de agosto, cuando Tacna cumplió 95 años de su reincorporación al Perú, sin la presencia de representantes del gobierno central, es decir, todo quedó en casa a diferencia de otro años. Yo seguí desde Italia muy cerca todo el evento a través redes sociales que transmitieron al resto del mundo.
Como siempre pude ver que el acto más sublime que tiene Tacna es la «Procesión de la Bandera» declarado Patrimonio Cultural de la Nación con justa razón, es el más esperado por su reencuentro de Tacna con la patria. Desde luego significará otro acto que va a quedar como uno de mis mejores recuerdos.
Es, la novena ocasión y no me cansaré decirlo observé tanto patriotismo, fue algo realmente emocionante. Durante el recorrido de la bandera se vivió puro fervor, respeto y orgullo, una sensación indescriptible que solo se vive en Tacna mientras se pasea la inmensa bandera, llevada por las damas tacneñas.
Los saludos y gritos eran incesantes, resulta increíble ver y escuchar que los que más gritaban eran damas y caballeros de la tercera edad, y como es natural cada uno tenía su propio grito de batalla:
¡Viva Tacna…!, ¡Viva la mujer tacneña!, ¡Viva el 28 de agosto!… se escuchaba decir desde los balcones y las calles de Tacna.
Estas emociones entraban en armonía con poesías que jóvenes recitaban a micro abierto en cada cuadra. Vi otro recital adornado con lluvia de pétalos de buganvillas, alfombras, globos y papel picado con los colores de Tacna, cada hogar, empresa y local se esforzaron por dar el mejor espectáculo con representaciones, cánticos e himnos tacneños, por momentos caían cataratas de buganvillas y globos rojiblancos que cuando desaparecían nos hacían ver el mar de gente que inflaba el pecho mientras la bandera roja y blanca, hacía su recorrido por la calle Alto Lima y San Martín, adelante una banda del colegio Champagnat entonaba la marcha Tacna hermosa.
Observar otra vez este homenaje a la bandera con todo el marco que la decora y la rodea de un mar humano, fue realmente impresionante, emocionante de principio a fin y que solo se puede experimentar, algo así en Tacna cada 28 de agosto, fecha que desde ya sigue en mi agenda de por vida… Viva Tacna…es una emoción.
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